Vestimenta y productividad




En EEUU, más concretamente en Silicon Valley, está muy de moda ir al trabajo con ropa más casual y con novedades como zapatos ecológicos, por ejemplo, que dan un aspecto más desenfadado. Sin embargo, es imposible visualizar este atuendo en un bufete de abogados o en un centro médico de alto reconocimiento. 

 

Esta diferencia de vestuario significa también distintos métodos y estilos de trabajo, pues podemos relacionar a los modernos directivos con un estilo más calmado y a los importantes ejecutivos o letrados con un ritmo más rápido que se centra en conseguir los objetivos propuestos. Así, podemos decir, que la forma de vestir puede influenciar significativamente en la productividad del empleado. Con esto no queremos decir que haya que establecer un único uniforme, sino que este se adapte a nuestra personalidad y cumpla los códigos establecidos por la empresa, para mejorar así, no sólo la imagen, sino la eficiencia, seguridad y empoderamiento del empleado.