Ayer estuvimos en FK2 dando una charla inspiracional en la que trabajamos con los conceptos fundamentales de imagen personal y corporativa y hablamos sobre cómo alinear ambas. Desde el respeto del estilo personal al encaje con las necesidades, valores, misión y visión de la compañía.





Todos hemos oído hablar de algún caso de rebelión en el trabajo por parte de  empleados que ven vulnerados sus derechos cuando le obligan, sancionan o penalizan por razón de su vestimenta en una empresa. Y es que, es un tema sobre el que no parece haber nada en claro aún. Por ello, hemos decidido compartir información interesante y esclarecedora sobre todo esto. 

 

En resumen, los dos derechos que chocan son, a nivel individual, el de la propia imagen de la persona definido en el art. 18.1 de la Constitución, y por el lado empresarial, el derecho de las compañías sobre la definición de su imagen corporativa, que pueden, en cierto grado, imponer a sus trabajadores que estén sujetos a cumplir con diligencia la colaboración que exige el empresario, recogido en el art. 20 del Estatuto de los Trabajadores. 

 

Pues bien, no son pocos los conflictos que se han dado en torno a esto, sin ir muy lejos, el Juzgado de lo social 29 de Madrid dictó sentencia el pasado 30 de diciembre ante un caso en el que el conflicto surgía por una política de vestimenta que prohibía escotes pronunciados, zapato abierto, pantalón bajo o camiseta corta de cintura, entre otras. Este resolvió de una manera que no es excepcional en estos casos, afirmando que estas políticas de imagen, deben ajustarse a razones objetivas y afines al objetivo de la empresa. Es por ello, que podemos observar que aunque las empresas cuentan con un margen para decidir, las libertades de las personas son el límite más fuerte y donde podemos pensar, ante estos datos y ejemplos concretos, que si bien la imagen del empleado debe estar alineada a la corporativa, en caso de ser esta elemento valioso para su progreso, también debe quedar claro que respetar la esencia del empleado será la clave para no sobrepasar la línea de lo excesivo o, lo sin sentido.





En EEUU, más concretamente en Silicon Valley, está muy de moda ir al trabajo con ropa más casual y con novedades como zapatos ecológicos, por ejemplo, que dan un aspecto más desenfadado. Sin embargo, es imposible visualizar este atuendo en un bufete de abogados o en un centro médico de alto reconocimiento. 

 

Esta diferencia de vestuario significa también distintos métodos y estilos de trabajo, pues podemos relacionar a los modernos directivos con un estilo más calmado y a los importantes ejecutivos o letrados con un ritmo más rápido que se centra en conseguir los objetivos propuestos. Así, podemos decir, que la forma de vestir puede influenciar significativamente en la productividad del empleado. Con esto no queremos decir que haya que establecer un único uniforme, sino que este se adapte a nuestra personalidad y cumpla los códigos establecidos por la empresa, para mejorar así, no sólo la imagen, sino la eficiencia, seguridad y empoderamiento del empleado. 




Camisetas rayadas en Francia, vestidos largos en Irán, dashikis coloridos para los subsaharianos. Sin embargo, hay algo que todos tienen en común: todos son diferentes. Esto es la clave cuando hablamos de estilo, y esa diferencia se basa en algo único y personal: la actitud. Es esta la que le da el toque especial a nuestra forma de vestir, porque como dijo Coco Chanel: “para ser irremplazable uno debe buscar siempre ser diferente”. Ahí está la clave. La clave la ponemos nosotros. 


Este mes de octubre, CodiCstyle ha tenido el placer de impartir talleres en Electrolux España. Es apasionante comprobar en primera persona que empresas como esta, top employer 2018 por la excelencia en las condiciones que ofrece a sus empleados, se preocupan por empoderar a sus empleados, para que todos ellos puedan dar la mejor versión de si mismos. 




Sin ninguna duda, la ponencia que pudimos ofrecer en Sage ha dejado al equipo de CodiCstyle encantado, tanto por la participación de los asistentes como por las instalaciones, en las que nos encontrábamos.



Agradecer, de parte de todos los que formamos CodiCstyle, a Susana Hidalgo y a Belén Pérez por la excelente organización del evento y por supuesto, por habernos tenido en cuenta en este mes de actividades y eventos que Sage le está brindando a sus trabajadores bajo el lema ‘’Cuídate: tu cuerpo es tu templo’’.

Esperamos que nuestra presencia haya aportado un toque de aire fresco y locura, como decía nuestra ponente Carolina, a vuestro día a día y que os haya podido descubrir la importancia de la actitud y la sonrisa en vuestra imagen personal.